La Pipa Caminetto: Una Historia de Tradición e Innovación
La palabra "Caminetto" evoca el encanto de los cuentos de hadas y épocas pasadas. En efecto, la pipa Caminetto, un nombre tan acertadamente elegido como histórico, ha sido y sigue siendo un símbolo de calidad, a pesar de una ausencia temporal de las tiendas que preocupó a sus numerosos admiradores en Italia y en el extranjero. Exploremos juntos esta historia, que es una combinación perfecta de realidad y leyenda.
En 1968, Peppino Ascorti y Luigi Radice, ambos artesanos formados bajo la tutela de Carlo Scotti (Castello), decidieron iniciar su propio negocio, siguiendo la tradición empresarial de su tierra natal de Brianza. La creación de la empresa, documentada en un acto de nacimiento informal redactado "con las piernas debajo de la mesa" en un restaurante, tuvo lugar el 14 de noviembre de 1968. Los dos fundadores abrieron un taller en Cucciago, cerca de Cantù, en la provincia de Como. Se unió a ellos Gianni Davoli, un carismático vendedor y fumador apasionado, conocido por su distintivo sombrero de copa St. James Street. Se dice que el apodo "pipa del baffo" (la pipa del bigote) fue inspirado por el bigote de Davoli, aunque se rumorea que este bigote creció después para coincidir con el producto. Lo que realmente importa es el éxito inmediato de la pipa con su marca distintiva. Esta pipa rápidamente ganó popularidad en Italia y aún más en Estados Unidos, gracias a la distribución de Tinder Box, convirtiéndose en un objeto de colección.
Recientemente, una pipa de 1976 con doble cámara se vendió por tres mil dólares, mientras que una de cámara simple alcanzó los dos mil dólares. La distribución en Alemania está a cargo de Otto & Kopp, donde la Caminetto también ha tenido un gran éxito.
A pesar de la creciente demanda y la formación de nuevos artesanos hábiles, Ascorti y Radice decidieron en 1979 suspender temporalmente la producción para resolver problemas internos. Durante este período, las pipas Caminetto desaparecieron de las tiendas, provocando acaparamiento y tentativas de imitación.
Después de superar estos desafíos y reorganizar la empresa, la producción se reanudó en 1985. La estrategia consistió en dos líneas principales: una para fumadores tradicionales con modelos clásicos y otra para revivir las formas peculiares del pasado, conocidas como "pipar del bigote". Esta segunda línea, continuada por dos artesanos de la "vieja" Caminetto, incluye modelos como la serie "Peppino" y "Unique", caracterizados por piezas únicas que reflejan la madera y la creatividad del artesano. La línea clásica presenta las series "Regular" y "Large", diseñadas exclusivamente por el arquitecto Paolo Mazzilli, y se dirige a aquellos que buscan excelencia en los diseños clásicos.
El logotipo del bigote, ahora rediseñado, aparece en blanco sobre boquillas de metacrilato negro, aunque también están disponibles boquillas de colores y de ébano. Para satisfacer a los coleccionistas, se ha adoptado un punzonado distintivo en cruz que indica el modelo, el tipo de acabado, las series y el año de fabricación (01 para 1986). Las pipas están hechas de brezo de alta calidad, envejecido durante tres años, proveniente de Liguria y Toscana. La producción implica solo unas pocas máquinas para el procesamiento inicial y alrededor de noventa pasos manuales, incluyendo el rusticado hecho a mano.
Hoy en día...
Lo que distingue a las pipas Caminetto de los modelos Ascorti no es la calidad y el trabajo artesanal, sino la forma. Caminetto no es una sub-marca o una marca económica—algunas empresas utilizan estos métodos para trabajar con madera de calidad inferior—sino una marca de gama alta, estrechamente vinculada a las formas clásicas. Desde 1986, la familia Ascorti ha podido reutilizar el nombre Caminetto, aplicando la marca Ascorti a formas más libres y peculiares, mientras que la marca Caminetto, existente desde 1968, se reserva para los modelos clásicos que no siguen el rígido clasicismo inglés. Las pipas Caminetto, con su elegancia ligera y delicada, demuestran que las formas Bulldog y Rhodesian no necesariamente tienen un aspecto tosco o pesado. La empresa, que emplea a seis personas, produce alrededor de 4.500 piezas anuales (incluidas las pipas marcadas Ascorti). Cada pipa está hecha a mano, con especial atención al boquilla, que cuenta con un nivel de calidad raro para los boquillas acrílicos. Al igual que con las pipas Ascorti, los colores de las cabezas dependen de la calidad de la madera: las maderas mejores con un hermoso veteado se tiñen con mordiente natural o naranja; las maderas de buena calidad con vetas menos destacadas se tiñen de rojo; y las maderas con defectos se arenan o se rusticaran. Todos los modelos ofrecen un rendimiento excelente.
